Y los árboles lloraban lágrimas,
de hojas marchitas...
Formando una alfombra,
de matices y colores...
Una inmensa telaraña...
que se esconde tras la luna...
Y cuando la belleza lo inundaba todo,
llegó la noche con su manto de oscuridad...
Se tornó el bosque "melancólico", inquietante...
y el cielo azul... oscureció...
Pintándolo todo de un nego estrellado,
con surcos de fuego intenso,
de estrellas fugaces...
Brotan las fuentes, con ese tranquilo sonido,
que nos da la vida y buenas sensaciones...
Color, olor, vida y belleza...
se entremezclan y encadenan en nuestros ojos...
Bosque melódico, sereno, bravo...
Bosque alegre, luminoso, colorido...
Bosque mágico, sonoro y bello...
Tus tierras se visten de flores,
calladas, inquietas...
Lienzos de colores,
que luego marchitan y desaparecen...
no si antes recordarnos,
que volverán...
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