Cuenta una vieja leyenda...
Que en un viejo arcón de madera,
carcomido por el tiempo,
Se encontró un pergamino muy bien escondido...
Entre los andrajos de una capa,
de la Orden de Santiago...
En aquel manuscrito se contaban...
las penurias de un enamorado...
Un Caballero religioso y militar,
"Prendado" de una joven musulmana...
Un amor imposible entre familias dispares,
y en tiempos convulsos de la Reconquista Cristiana.
Ambos hubiesen renunciado a su profunda fe religiosa,
por vivir aquella aparente felicidad...
Pero el infortunio desunió para siempre,
ese idílico enlace... al ser desterrada la familia,
de la joven "Raissa" (rosa), y tener que dejar su tierra natal...
El caballero que durante muchos años había luchado,
en defensa de su fe cristiana antes los infieles musulmanes...
Creyó haber sido castigado, por caer en aquella tentación,
de querer renunciar a todos sus valores por una mujer.
Por ello juró solemnemente... que en todos los días de su vida,
haría tocar las campanas de la torre de la iglesia...
Para llamar a los fieles cristianos a la santa misa...
Y ahogar aquella pena y terrible tristeza
cumpliendo aquel juramento, hasta el fin de sus días,
Guardando eso sí, un escrito en el que contaba su amor...
su pérdida, sus penurias, su castigo y su promesa...
En su tumba quedó el secreto...
de si obtuvo finalmente aquel perdón,
y si pudo reunirse con su amada...
por siempre en la "eternidad"...
Ya nadie se atreve a subir...a ese campanario del "perdón"...
por un amor frustrado, por un castigo divino...
Y hay una creencia popular...
que asegura que en el silencio,
un cuerpo fantasmal anda en la torre
y se oyen pasos, lamentos y susurros...
Y una voz que tristemente repite...