Hay un lugar en la Sierra de San Vicente...
En donde la vista se pierde en el horizonte,
y la lejanía se confunde con las brumas y las nubes...
Hay un lugar en la Sierra de San Vicente...
En donde huele a limpio y a naturaleza,
y el aire se pinta de olores a castaños, nogales y árboles frutales...
Hay un lugar en la Sierra de San Vicente...
En donde la luz nos da los buenos días,
y nos cubre de calor y alegría...
Hay un lugar en la Sierra de San Vicente...
En donde la paz te llena completamente,
y las águilas dibujan círculos en el cielo, dejando sus alas abiertas...
Hay un lugar en la Sierra de San Vicente...
En donde los amaneceres y atardeceres son mágicos,
y "El Real" se muestra tranquilo y majestuoso, y parece decir... vuelve, vuelve...
A mi padre, Víctor Miguel de Paz...
Por los millones de "amaneceres" que verá, observando su querido pueblo...
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