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domingo, 5 de enero de 2014

Pueblos de Toledo (Imágenes para soñar…)




La última colección de fotografías realizadas en el 2013, de varios pueblos con "encanto" (junto a la Sierra de San Vicente) en la Provincia de Toledo.



Fotografías con música:


Provincia de Toledo (Instantáneas en el tiempo)

http://youtu.be/6CtUHoyEdAo










La Sierra de San Vicente es uno de los conjuntos ambientales más importantes de la Meseta sur. Su singularidad radica en una conjunción de características naturales y antrópicas que lo hacen destacar, y que lo diferencian de la línea de cumbres que marcan, más al norte el Sistema Central.

Entre los valles del Tiétar al norte y el Alberche al este y sur, se levanta la Sierra de San Vicente, que enlaza al noreste con la Sierra de La Higuera y la Peña de Cenicientos, en un continuo granítico dominado por grandes bolos, piedras caballeras y lanchares; todo ello tapizado por el maquis característico de la vegetación mediterránea.



















En la Sierra de San Vicente, esta variedad se ve acrecentada por los usos tradicionales, que han dejado espacio al olivar y castañar entre otros. Es difícil separar en la Sierra de San Vicente la mano del hombre de la de la Naturaleza, aunque ésta gane la partida en las últimas décadas, recuperando para el enebro, la cornicabra, la encina o el acebuche buena parte de las laderas que antes trabajó el serrano.

En las zonas más elevadas queda el castaño, y el roble melojo. La Sierra de San Vicente es todo un mosaico natural, de primer nivel, un manto vegetal continuo que cae al norte hacia Gredos, y al sur a la fosa del Tajo, que se desparrama hacia el oeste sobre selvas como la del Guadyerbas, inmensos montes y dehesas de alcornoques y encinas, entre sotos perfectamente conservados de formaciones riparias de gran valor. Y a todo ello hay que unir el sustrato etnográfico y patrimonial de la Sierra.







Su excepcional estado de conservación, al que añadir la presencia de especies emblemáticas y en grave peligro de extinción como el águila imperial ibérica o la cigüeña negra, hace que todo el conjunto se encuentre englobado por la Unión Europea dentro del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Sierra de San Vicente y valles del Tiétar y el Alberche, con una superficie de 117.539 hectáreas. Éstas son sus credenciales, los números fríos.


Pero la Sierra de San Vicente es para olerla, sentirla, patearla, escucharla encaramado a una piedra caballera mientras cae la tarde, pasan las águilas culebreras y el monte huele a resina, polvo y orégano. O perderse en los castañares una mañana de invierno y niebla, cuando todo es distinto, posible; y los sentidos captan la verdadera realidad de este mundo de granito, un paisaje fuerte y muy antiguo.















































































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