Sobra el incienso, la flor,
la música, el oro, el grito,
pero no sobra el dolor
ni el mensaje que está escrito
con sangre y con tanto amor.
Las Penas de estar
sintiendo
el tormento que le espera
y el ver que salen corriendo
los que estaban a su vera…
Ese saber aguardar
y escuchar y abandonarse
y sorprenderse y vaciarse
el ser y no ser y dar.
Y todo a fuerza de amar.
A Dios dejarlo venir
y vivirlo y bendecir
ese sagrario interior.
Cuánta Esperanza en tu amor
sintiéndote a Dios vivir.
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