Toledo es única...
Verla sin gente, ha sido una de las experiencias más "inusuales", que me he podido encontrar...
Poder fotografiarla prácticamente vacía... no era posible antes...
Una ciudad que desborda belleza, cargada de historia y leyendas, que la hacen "única"...
Verla sin gente, ha sido una de las experiencias más "inusuales", que me he podido encontrar...
Poder fotografiarla prácticamente vacía... no era posible antes...
Una ciudad que desborda belleza, cargada de historia y leyendas, que la hacen "única"...
Iglesia de San Román
IGLESIA DE SAN ROMÁN
La iglesia
de San Román de la ciudad de Toledo se construyó en estilo
mudéjar en el siglo xiii en
el lugar donde antes había una mezquita y
probablemente, un antiguo edificio romano.
Actualmente es la sede del Museo de los Concilios y de la Cultura
Visigoda.
Está situada en uno de los lugares más altos y privilegiados de la
ciudad, en la segunda de las doce colinas que
la forman. Se tienen noticias ya de la parroquia en el siglo xii y la iglesia sería consagrada en 1221 por el
arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada. La tradición
señala que en ella se coronó rey a Alfonso VIII de Castilla el 26 de
agosto de 1166.
La iglesia presenta planta basilical con tres naves, separadas por arcos de herradura con alfiz que apoyan sobre pilares con columnas visigodas y romanas adosadas con capiteles reutilizados de procedencia visigoda en algunos casos, distinguiéndose por sus hojas corintias.
A lo largo del siglo xiii se construyeron un nuevo ábside y la robusta torre (de estilo mudéjar toledano, con sus dos cuerpos superiores en doble campanario, abriéndose los vanos en grupos de dos y tres, y que serviría de modelo a otras torres toledanas); además de realizarse las pinturas murales al fresco en estilo románico figurativo combinado con decoraciones típicamente mudéjares.
De gran belleza, están consideradas las más meridionales de España. Los frescos están divididos en dos áreas separadas por inscripciones. Destacan los cuatro evangelistas alados y las representaciones de arzobispos, los santos Esteban y Lorenzo, ángeles o el Juicio Final.
En el siglo xvi, Alonso de Covarrubias diseñó el ábside con cúpula plateresca de casetones en la capilla mayor; y se cubrieron posteriormente las pinturas, con lo que se perdió su rastro hasta el primer tercio del siglo xx en que se redescubrieron. No fue hasta la década de 1940 cuando fueron recuperadas en lo posible.
En 1931, la iglesia fue declarada monumento histórico-artístico nacional.
Museo de los Concilios y Cultura Visigoda
Los vestigios históricos y artísticos del reino
visigodo de Toledo, reunidos junto a
los ajuares de las necrópolis de Carpio de Tajo, y excelentes reproducciones de
las coronas votivas del Tesoro de
Guarrazar. También pinturas románicas en las paredes de su iglesia
mudéjar, de planta basilical, y con tres naves separadas por arcos de herradura
califal.
El Museo
de los Concilios y la Cultura Visigoda se encuentra instalado en el
incomparable marco de la Iglesia de San Román, bello exponente del primer
mudéjar toledano (siglo XIII). Aquí se muestran algunos de los vestigios de lo
que fue la antigua capital del Reino Visigodo de Toledo y se exhiben los
ajuares encontrados en la necrópolis de Carpio de Tajo, así como excelentes
reproducciones de las coronas votivas del tesoro de Guarrazar.
VIRGEN DE TIRO
Dice la tradición, que en su toledana capilla de San
Miguel, los caballeros templarios veneraban una imagen "morena" de
Nuestra Señora, hoy de olvidada advocación, y en paradero desconocido.
Aunque, por los indicios conservados, debió ser una
Virgen Negra.
La única imagen de tales características, existente en
Toledo, no se halla entronizada en ningún templo y nadie conoce su origen, lo
que nos permite plantearnos un interrogante:
¿Será dicha imagen, la perdida Nuestra Señora
del Temple?.
Pegada al ábside catedralicio, se alza la gran Sala
Capitular.
Al exterior del muro sur, a media altura, se halla una hornacina protegida por cristal emplomado y reja, que cada noche es alumbrada por un pequeño farol.
Al exterior del muro sur, a media altura, se halla una hornacina protegida por cristal emplomado y reja, que cada noche es alumbrada por un pequeño farol.
Porque allí, oculta tras la suciedad que empaña el
vidrio, una imagen, popularmente conocida como"Virgen del Tiro",
sonríe para sus adentros, esperando que alguien descifre el enigma de esta
"viajera del tiempo"..
Extraña advocación, esa "del Tiro", que
según antiguos cronistas, de mediados del s.XIX, proviene del "tiro"
de cuerda, accionado por una polea que, situada en el último piso, servía para
introducir en el obrador de cera, de la Catedral, los materiales para elaborar
las velas.
El problema está, en que una inscripción del hueco,
donde se aloja la polea, dice: "Se yzo, año de 1806".
(Exterior)
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