A veces necesitas "desconectar"... y en Parrillas (Toledo), te proponemos una de las formas de hacerlo... Esta pequeña ruta de 8 km (ida y vuelta), te va sumergir de lleno en la naturaleza...
Esa naturaleza de sonidos agradables, de vientos con olor a campo, a flores...
A la ribera del río "Guadyerbas", que te recordará a tiempos pasados...
Mientras las ramas juegan en la orilla con las tranquilas aguas...
¡Sumérgete en el tiempo...!
Y sabrás cómo se vivía antes aquí...
La vía pecuaria cruza el arroyo de Riolobos introduciéndose en el Baldío de Velada, planicie conocida en la zona como Los Llanos de Velada. Tanto las riberas del Guadyerbas como esta llanura en apariencia esteparia han sido recientemente reconocidas por la Junta de Comunidades con la figura de Parque Fluvial por la peculiaridad y riqueza de su ecosistema.
Vale la pena recorrer los caminos que surcan el Baldío debido a que en algunos lugares nos dará la sensación por sus arenales de que nos encontramos en una playa, o en un desierto. Allí crecen plantas xerófilas específicas de suelos esteparios que bruscamente pueden dar paso a otros lugares donde crecen los helechos como si nos encontráramos en las húmedas laderas de Gredos.
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla-La Mancha
Guía por Itinerarios de Baja y Media Montaña
En donde se escucha el "silencio"... y la naturaleza nos habla...
Águilas
VÍDEO
Río Guadyerbas
El Guadyerbas es un corto río del centro de la península ibérica, afluente del Tiétar, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Tajo.
Nace a unos 1200 metros de altitud sobre el nivel del mar, al sur del monte Cruces (El Piélago), en la sierra de San Vicente. El curso de agua, que tiene todo su recorrido por la provincia española de Toledo, discurre hacia el oeste entre bosques de sabinas, álamos y encinas, atravesando los términos municipales de Navamorcuende, Sotillo de las Palomas, Segurilla, Mejorada, Velada, Montesclaros, Parrillas y Navalcán. Fluye hacia el embalse de Navalcán y 7 kilómetros más adelante se une al río Tiétar.
Tiene una longitud de 35,0 kilómetros.
Nace a unos 1200 metros de altitud sobre el nivel del mar, al sur del monte Cruces (El Piélago), en la sierra de San Vicente. El curso de agua, que tiene todo su recorrido por la provincia española de Toledo, discurre hacia el oeste entre bosques de sabinas, álamos y encinas, atravesando los términos municipales de Navamorcuende, Sotillo de las Palomas, Segurilla, Mejorada, Velada, Montesclaros, Parrillas y Navalcán. Fluye hacia el embalse de Navalcán y 7 kilómetros más adelante se une al río Tiétar.
Tiene una longitud de 35,0 kilómetros.
La vía pecuaria cruza el arroyo de Riolobos introduciéndose en el Baldío de Velada, planicie conocida en la zona como Los Llanos de Velada. Tanto las riberas del Guadyerbas como esta llanura en apariencia esteparia han sido recientemente reconocidas por la Junta de Comunidades con la figura de Parque Fluvial por la peculiaridad y riqueza de su ecosistema.
En otras ocasiones encontramos islotes de vegetación con bosquecillos de alcornoque acompañados de brezo o robles de buen porte. Si nos acercamos al Guadyerbas nos sorprenderá su tupida vegetación de ribera con fresnos, sauces, alisos, espinos o endrinos en parajes que constituyen toda una sorpresa, especialmente en las zonas de La Aliseda, La Fresneda, El Toril, o Casillas.
Pero también es sorprendente cómo en medio de estos llanos de aspecto árido aparece una tabla de agua formada por la presa que sobre el arroyo de Los Huertos permite dar agua potable a la villa de Velada con dos mil ochocientos habitantes, y es que bajo estos arenales se halla una capa freática muy superficial, lo que es en parte la causa de estas variaciones de vegetación. Ya en la etapa anterior hemos descrito la especial explotación de estos terrenos, con las famosas sandías y carillas de Velada.
Pero también es sorprendente cómo en medio de estos llanos de aspecto árido aparece una tabla de agua formada por la presa que sobre el arroyo de Los Huertos permite dar agua potable a la villa de Velada con dos mil ochocientos habitantes, y es que bajo estos arenales se halla una capa freática muy superficial, lo que es en parte la causa de estas variaciones de vegetación. Ya en la etapa anterior hemos descrito la especial explotación de estos terrenos, con las famosas sandías y carillas de Velada.
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