Nunca olvidaré... las comidas en puchero en el campo y en otoño... el pan de pueblo y la bota de vino... y el calor de la gente...
Y sentados junto a la hoguera, donde se quemaba la leña de encina, hablábamos plácidamente hasta llegar la penumbra de la noche...Mirábamos como "embrujados" las llamas, que se movían incesantemente como bailarinas... con el propio sonido del fuego.
Y en la noche...
también se escuchaba de fondo
el tormentoso canto de los grillos...
Mientras en el cielo estrellado...
se dibujaban pinceladas luminiscentes,
de tenues estrellas fugaces...
que se ahogaban en la oscuridad...
Mi tía abuela del pueblo... se levantaba todos los días a las 7 de la mañana, y preparaba en la chimenea la comida en puchero de barro... fuera invierno o verano...
No tenía cocina... el cuarto de estar era la cocina y el fregadero...
El plato habitual eran patatas con cerdo... cocido o "sopas"...
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