Páginas

martes, 2 de diciembre de 2025

Un viaje entre la fantasía y la nostalgia (Recuerdos de un niño toledano)

Un viaje entre la fantasía y la nostalgia (Recuerdos de un niño toledano)



Hojas de Otoño

En la carretera muda,
que serpentea hacia la Sierra de San Vicente,
el otoño ha deshojado su silencio.

Las hojas,
doradas y cansadas,
yacen como cartas no enviadas
sobre el asfalto frío.

La niebla,
tímida y espesa,
se descuelga por los pinos
como un suspiro helado,
envolviendo cada curva
en un velo de misterio.

Cruje el viento.
Susurra historias antiguas
al rozar las ramas desnudas,
mientras las hojas caídas
se mecen,
lentas,
como si aún soñaran
con seguir siendo parte del árbol.

Y tú avanzas,
respirando ese aire
que huele a tierra mojada y memoria,
sintiendo cómo el paisaje,
melancólico y hermoso,
te envuelve el alma
en un abrazo de otoño.



 
Y escribí en la nieve... Talavera
 
Sobre la piedra quieta,
coronada de nieve recién caída,
alguien escribió Talavera
con un dedo tembloroso,
como quien deja un recuerdo
para que el invierno lo custodie.
 
La palabra descansa,
pura, breve,
dibujada sobre el blanco,
y parece latir
bajo el cielo gris.
 
Entonces,
una ardilla curiosa
salta entre las ramas,
cobijada en su abrigo de pelaje tibio.
Con paso ligero
se acerca a la piedra,
inclina la cabeza,
olfatea el nombre,
y parpadea
como si intentara leerlo.
 
Quizá piensa
que ese trazo
es una huella humana,
un mensaje secreto,
o el mapa de un tesoro escondido
bajo la nieve.
 
La ardilla da un toque suave
con su pata diminuta,
la nieve tiembla,
una letra casi se borra…
 
Y por un instante,
el bosque entero
parece contener la respiración,
mientras la palabra Talavera
y la pequeña ardilla

comparten la misma historia
en la calma del invierno.
 


 
Tres puntos de color... en un valle verde...
 
Bajo el cielo limpio de diciembre, la pradera se abre como un suspiro —un mar de verde que se extiende hasta perderse en la falda de la montaña—. Y en medio de ese lienzo suave, tres vagones de tren de un rojo tan vivo cortan la quietud: como pinceladas de una pasión inesperada, como intensas notas musicales en un silencio antiguo.
 
La nieve acaricia las alturas lejanas de la Sierra de Gredos, pálida y distante. Su blancura dibuja el contorno de cumbres que guardan inviernos, leyendas y nieblas. Y debajo, el verde del prado —cálido, profundo— se transforma en refugio sereno de algo irreal que, sin embargo, está ahí: tangible, sorprendente.
 
Los vagones rojos no parecen pesados. Más bien se funden con la luz: invitan a soñar. Invitan a detenerse y recordar. A imaginar viajes antiguos, ecos de estaciones vacías, el humo de viejos trenes cruzando montañas, y el silencio reverente de un valle donde sólo el viento y la piedra conocieron los secretos primeros.
 
Y ahora, en este rincón mágico de El Real de San Vicente, esos vagones —extraños, bellos, casi imposibles— descansan como recuerdos de otro mundo, como metáforas de lo que fuimos: viajeros, soñadores, peregrinos de lo cotidiano.
 
Contemplar el rojo sobre el verde, con la Sierra nevada al fondo, es sentir nostalgia y asombro al mismo tiempo; es verle a la naturaleza susurrarte: «aquí todo es posible». Y por un instante, entre la quietud del prado y el frío lejano de las montañas, el corazón se abre.
 



 
UNIÓN 13 VÍDEOS
Para ver mejor los vídeos
 
Pinchar primero en el círculo rojo
Después pinchar en el cuadrado (con esquinas)
 

TikTok
@david.m.r31

************
 
FACEBOOK
 
Mi agradecimiento para todas las personas y páginas en Facebook... en donde se han obtenido casi todas las fotografías de este bloque...
 
Paraísos de España y Portugal
Pilar Prieto
AMO LOS PAISAJES 1
Javier Alamo
Evaneos
Historius
Luis Sánchez Molina
 
(Salvo error u omisión)
 

 
Una fotografía para la historia.... (Mi agradecimiento a Pilar Prieto)
 
Sobre un mar de niebla espesa, como si la tierra hubiera decidido desaparecer por un instante, se alza el Alcázar de Toledo: firme, solemne, casi eterno. Sus torres emergen de la bruma como los mástiles de un barco detenido en mitad de un océano silencioso. La luz suave del amanecer —una mezcla delicada de rosa y violeta— acaricia sus muros y le da un aura casi irreal, como si fuera un castillo nacido de un sueño o un recuerdo antiguo.
 
Bajo esa capa de neblina, la ciudad late en diminutos destellos dorados: farolas que titilan tímidas, como luciérnagas atrapadas por el invierno. Nada se distingue con claridad, sólo brillos y sombras; el resto es misterio. La niebla abraza Toledo por completo, lo envuelve y lo oculta, dejando únicamente al Alcázar como guardián solitario, vigilante sobre un mar del que él mismo parece ajeno.
 
Evocación del momento
 
En ocasiones, el mundo decide hacerse silencio. Y entonces aparecen instantes como este: instantes en los que las piedras viejas cuentan historias sin necesidad de palabras. El Alcázar, suspendido sobre la niebla, parece recordar batallas, reyes, sombras que ya no existen… y al mismo tiempo se muestra delicado, vulnerable, casi místico.
 
Es como si el tiempo se hubiese detenido para contemplarlo.
 
Sobre la bruma, el Alcázar es un faro de historia. Debajo, la ciudad duerme envuelta en un manto algodonoso. Y entre ambos —en la frontera difusa entre lo visible y lo oculto— se abre un espacio donde la imaginación y la realidad se estrechan la mano.
 
Mirar esta escena es sentir que Toledo, por un instante, vuelve a ser leyenda. Que la niebla no tapa, sino que revela; que aquello que oculta lo hace para que lo esencial, lo eterno, brille todavía más.
  
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Acreditación Oficial Informador Turístico
 (N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña
 


 
Fortificación Medieval
 
En la imagen se aprecia una recreación histórica de lo que parece ser un asentamiento medieval fortificado. El punto más destacado es una torre de vigilancia construida con una base de piedra y un nivel superior de madera, coronada por un tejado a dos aguas. La torre está integrada en una muralla de piedra que rodea el poblado.
 
La puerta principal de la muralla está abierta, y junto a ella hay varios guardias vestidos con armaduras y cascos metálicos, custodiando el acceso. Por la entrada está pasando un pequeño convoy: un carro tirado por bueyes cargado de heno y un grupo de animales, entre ellos vacas y ovejas, conducidos por pastores con vestimenta típica de época.
 
Dentro del recinto se ven algunas construcciones de madera con tejados de paja, y varias personas —mujeres, niños y trabajadores— realizando tareas cotidianas, como caminar, llevar cestas o acompañar a sus hijos. El entorno natural está compuesto por un bosque frondoso al fondo y un cielo nublado, lo que refuerza la ambientación histórica.

Es una escena muy completa y detallada que evoca la vida diaria en una fortificación medieval.
 
  
 
 


UNIÓN 10 VÍDEOS
Para ver mejor los vídeos
 
Pinchar primero en el círculo rojo
Después pinchar en el cuadrado (con esquina)
 
 
VARIOS RECUERDOS
 

 
Al filo del abismo
 
Una mujer se sienta en la roca,
pequeña frente al mundo,
con el viento peinando sus dudas
y el silencio sosteniendo su nombre.
 
Bajo sus pies, el precipicio abre
la boca inmensa de lo imposible,
una hondura antigua que respira
historias que nadie ha contado.
 
Ella mira lejos, más allá del vértigo,
donde el sol se derrama en oro
y la vida parece un hilo tenue
que el destino sopla con cuidado.
 
No teme.
En su quietud hay una fuerza secreta,
como si el abismo fuera un espejo
y en él descubriera su propia altura.
 
Y así, sentada al borde del mundo,
la mujer comprende al fin
que solo quien mira al vacío
aprende de verdad a volar.

 


 
Voz de pétalos

Somos flores de colores,
hijas del rocío temprano,
y nacemos en un suspiro
cuando la tierra despierta.
 
En primavera nos engalanamos,
abrimos nuestros vestidos vivos,
y danzamos con la brisa leve
como si el tiempo fuera eterno.
 
Nos miran los ojos del mundo,
los niños, las abejas, la luz,
y cada rayo que nos toca
parece un abrazo del cielo.
 
Pero sabemos que somos breves,
que nuestra vida es un latido,
una chispa dulce y efímera
que pronto vuelve al silencio.
 
Cuando el frío llega despacio
cerramos los párpados verdes,
nos dormimos bajo la nieve
y soñamos colores futuros.
 
Y así vivimos, pétalo a pétalo,
muriendo un poco para renacer,
pues quien entiende la estación
descubre que la belleza vuelve
.




 
Dama del Espejo
 
Ante el gran espejo claro,
se inclina la bella dama;
su cabello, hilo dorado,
cubre el aire como llama.
 
Con sus dedos, luz y gracia,
va peinando la mañana,
y en el vidrio se desdobla
su figura enamorada.
 
Doble cuerpo, doble encanto,
eco fiel de su belleza;
dos miradas que dialogan
entre sombras y tibiezas.
 
La real, dulce y serena;
la reflejada, suspira.
Una peina, otra sonríe,
como hermanas en la brisa.
 
Y el espejo, agradecido,
guarda en su cristal profundo
la visión de aquella joven
que hace más hermoso al mundo.
 


  

 


 
 
UNIÓN 18 VÍDEOS
Para ver mejor los vídeos
 
Pinchar primero en el círculo rojo
Después pinchar en el cuadrado (con esquina)
 
   
**************
 
El hombre no muere cuando deja de existir, muere cuando deja de soñar...
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Acreditación Oficial Informador Turístico
 (N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


No hay comentarios:

Publicar un comentario