Somos un suspiro...
Un suspiro en el tiempo
Un "nada" en la eternidad...
Somos el ayer... más que el hoy y el mañana...
Somos un suspiro en el viento,
un eco fugaz en el vasto firmamento,
un "nada" que se disuelve en la eternidad,
un latido que se pierde en la inmensidad.
Somos el ayer, el recuerdo que arde,
somos lo que fue y lo que nunca parte.
El hoy es un instante que se desvanece,
y el mañana, un sueño que se ofrece.
un eco fugaz en el vasto firmamento,
un "nada" que se disuelve en la eternidad,
un latido que se pierde en la inmensidad.
Somos el ayer, el recuerdo que arde,
somos lo que fue y lo que nunca parte.
El hoy es un instante que se desvanece,
y el mañana, un sueño que se ofrece.
En la fugacidad del tiempo nos encontramos,
somos lo que en sombras, en silencio, dejamos,
más que la huella de lo que fue,
somos el suspiro que no se detiene, que se va… y se fue.
somos lo que en sombras, en silencio, dejamos,
más que la huella de lo que fue,
somos el suspiro que no se detiene, que se va… y se fue.
En la sierra donde el viento
cuenta historias al pasar,
la luna riega su aliento
sobre piedras sin hablar.
Susurros duermen los pinos,
cantan brumas al andar,
recuerdos viejos y finos
que no dejan de brotar.
Camino lento, sin prisa,
con la nostalgia en la piel,
me roza el alma una brisa
que parece ser de él.
De aquel que fui en la ladera,
cuando el mundo era mayor,
y la luna compañera
me alumbraba con su amor.
Susurra el tiempo, se esconde,
pero en la noche lo sé:
hay un ayer que responde
cuando escucho y cuando cree.
La luna cuelga del cielo,
redonda, clara, callada,
vigía de un viejo anhelo
sobre un tejado de nada.
El tejado cruje lento
bajo el peso del silencio,
y en su lomo va el aliento
de un mundo dormido, inmenso.
Las tejas guardan secretos
de amores y despedidas,
mientras la luna, en sus retos,
cura las noches heridas.
Los sueños suben al cielo
por las tejas despintadas,
y la luna, en su desvelo,
los recoge en su mirada.
Y al alba, cuando se esconde,
tras el azul que la embriaga,
el tejado aún responde
con la calma que ella deja.
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