En todos los pueblos de la Provincia de Toledo, había lugareños que vivían en el campo, en donde se hacían labores agrícolas que aportaban su subsistencia...
Se elegían lugares con fuentes, pozos, ríos, lagunas o arroyos...
Casas humildes en los campos....
Pueblos pequeños...
Aperos de labranza...
Un trillo es una apero o antigua herramienta agrícola que se destinaba a
separar el trigo
de la paja, es decir, a trillar. Es un tablero grueso, hecho con varias tablas, de forma rectangular o trapecial, con
la parte frontal algo más estrecha y curvada hacia arriba (como un trineo) y cuyo
vientre está guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas), o de sierras
metálicas (cuchillas). Las dimensiones de los trillos
variaban, pero, en España, suelen tener hasta dos metros de largo, por metro y
medio de ancho (aproximadamente).
Las herramientas agrícolas, también denominadas aperos
de labranza o aperos agrícolas, son utensilios o instrumentos usados
en la agricultura
con una o ambas manos. Son necesarias para llevar a cabo tareas como debrozar,
labrar, cavar, preparar y acondicionar la tierra; mover, cargar y transportar
materiales; sembrar y plantar, regar, abonar, limpiar y mantener; podar, segar, cosechar y recolectar; trillar, cribar,
seleccionar, desecar y moler, entre otras.
Utensilios de casas de campo (Museo de Ciencias Naturales de Madrid)
Se conoce con el nombre de arado romano el utensilio tirado
por fuerza animal que se ha venido usando para labrar la tierra desde la época
romana hasta nuestros días. Su cese, a mediados del siglo XX, coincide con la
sustitución de los animales de tiro por máquinas, y con el abandono general de
los terrenos de labor en que no fuera rentable la utilización de maquinaria.
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