Mural en cerámica de Talavera reproduciendo "La Inmaculada Concepción del Escorial" (Museo del Prado).
Debe su nombre a que aparece citada por primera vez en las Colecciones Reales en El Escorial en 1788.
La belleza del rostro de la Virgen aparece con un aspecto muy juvenil, confirma el peculiar naturalismo del que hacía gala el artista y que supuso una revolución en el gusto de la iconografía religiosa.
El perfil ondulante, con la capa apenas despegada del cuerpo en dirección diagonal, y la armonía de los colores azul y blanco del vestido con el gris plateado de las nubes por debajo del resplandor levemente dorado que envuelve la figura de la Virgen.
En este cuadro aparece junto al coro de ángeles la luna en cuarto creciente, otro de los símbolos más reiterados, cuyo origen se haya al parecer en un comentario de Apocalipsis de San Juan: "Apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de los pies y sobre la cabeza una corona de doce estrellas":
Si observamos a los ángeles que rodean a la Inmaculada, vemos como no son simples cabezas de niños con alitas, las figuras infantiles están repletas de humanidad. Los querubines que conforman su peana portan los atributos marianos: las azucenas como símbolo de pureza, las rosas de amor, la rama de olivo como símbolo de paz y la palma representando el martirio.
Fecha de realización: 2001
Lugar: Colección privada
Empresa: Artesanía Talaverana
Soporte: Azulejos de cerámica talaverana de 15 x 15 cm
Medidas: 75 x 90 cm
https://talaveras.webnode.es/religiosas/


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